En total son 3 tramos de pasarela. Hay que tener en cuenta que las pasarelas son de madera y no todas están en buenas condiciones, por lo que alguna podría partirse. También hay que vigilar los clavos porque algunos pueden estar un poco salidos y oxidados. Os recomiendo que no caminéis por el medio, ir por un lateral y evitando aquellas maderas más viejas. Nosotros no tuvimos ningún problema, alguna madera crujía y muchas estaban recién puestas, pero hay que ir con un poco de cuidado.
El primer tramo de pasarelas es el más bonito, ya que tiene zona de barandillas y parece más equipado. También es el tramo más largo. Este empieza en un pequeño refugio/caseta de mantenimiento.
La mayoría de veces esquivaremos la montaña y enlazaremos con la siguiente pasarela por encima, pero en el último tramo lo haremos por abajo. Este último trozo. Es el más complicado y está lleno de ortigas, con lo que hay que ir con un poco de cuidado y pantalones largos.
Las pasarelas acaban justo en otra caseta. Esta caseta tiene unas escaleras metálicas que bajan montaña abajo y luego solo deberemos seguir el camino que baja serpenteando la montaña pronunciadamente hacia abajo. Siempre deberemos seguir los grandes tubos negros, ya que estos enlazan con la central donde hemos aparcado. No tiene ninguna pérdida, de hecho veréis el parking desde arriba.
Si decidís hacerla al revés, el primer trozo es una subida muy pronunciada que salva todo el desnivel en muy corto plazo, pero al bajar podréis refrescaros en las gorgas.