Vamos adquiriendo altura, poco a poco saldremos de la vegetación y las vistas ya empiezan a darnos las primeras pinceladas de lo que nos espera. Es justo en este punto, donde se nos empieza a abrir el paisaje, donde encontramos el primer desvío que nos marca la Faja de Racún. Pero nosotros debemos dirigirnos hacia el otro lado, hacia las Clavijas de Carriata, sin antes disfrutar la preciosa perspectiva que tenemos del Tozal de Mallo. También pasaremos por la imponente cascada de Carriata, sin embargo, cuando nosotros fuimos, dada la sequía, no bajaba agua.
Seguimos subiendo progresivamente sin dificultad hasta la imponente pared donde podemos observar las pequeñas Clavijas que nos ayudarán a subir. Desde abajo parecen más complicadas de lo que realmente son. Simplemente, hay que tener un poco de cuidado, pero se puede subir sin problemas. También ayuda que no sean tan expuestas como las de Cotatuero. No es más que una pequeña trepada. Primero nos encontraremos las Clavijas de Salarons y posteriormente las de Carriata. Para el caso que no queráis subir por las de Carriata, podéis subir por la Fajeta.
Ahora simplemente seguiremos el camino hacia la Faja, la cual ya podemos visualizar. Este tramo es realmente precioso, es un balcón increíble. Nosotros decidimos parar a desayunar un poco y disfrutar de este increíble paisaje lleno de fauna.